Lluvias y construcción: Desafíos y soluciones

Julio 2024

Seguro has escuchado hablar del Fenómeno el Niño, ¿cierto? Se trata de un evento natural muy poderoso que jamás pasa desapercibido.

Pero, ¿qué es el Fenómeno el Niño? Es un calentamiento inusual del mar en las costas de Perú y Ecuador que ocurre cada ciertos número de años. Trae consigo cambios climáticos extremos, como son las lluvias que pueden volverse más fuertes de lo normal, incluso torrenciales. Esto provoca desbordes de ríos, inundaciones y huaycos. Una situación de caos que, si trabajamos en construcción, debemos saber manejar.

El impacto de las lluvias en el sector de la construcción

El sector de la construcción es uno de los más afectados por las lluvias. Las lluvias no solo no permiten construir al ritmo habitual y desequilibran la economía, sino que también pueden erosionar los terrenos y comprometer la estabilidad de toda una construcción, ¡una pesadilla para cualquier maestro!

Lidiar con climas así mientras se trabaja es un verdadero desafío. Las lluvias pueden reducir la visibilidad, hacer que las superficies de trabajo sean resbaladizas aumentando el riesgo de caídas y accidentes, entre otras cosas. Pero, ¿qué podemos hacer al respecto?

Precauciones y medidas de seguridad en situaciones de lluvia

Cuando las nubes grises amenazan con arruinar tu día de construcción, es hora de tomar algunas precauciones inteligentes para mantener el proyecto en marcha y a tu equipo a salvo.

Para ello, necesitas ser como un meteorólogo aficionado y estar muy atento al pronóstico climático y el avance del Fenómeno el Niño. Si ya sabes que se esperan lluvia durante la construcción, planifica con anticipación y toma medidas preventivas para que no te traigan problemas. Evalúa el riesgo de continuar trabajando o considera detener los trabajos más riesgosos, como aquellos al aire libre y en alturas. No quieres accidentes en obra, ¿verdad?

Una vez que hayas tomado la sabia decisión de detener las actividades más peligrosas, es hora de proteger todo lo que puedas:

  • Instala cubiertas temporales sobre áreas de trabajo abiertas para proteger a los trabajadores y materiales de la lluvia directa. Esto también permitirá que el trabajo continúe de manera segura bajo la lluvia ligera.

  • Cubre los almacenes de materiales con plásticos impermeables para evitar que se mojen, mantén despejadas las áreas de trabajo para evitar que se formen charcos peligrosos y pon tus materiales sobre plataformas separadas del suelo.

  • Preocúpate por encausar la lluvia, ya sea en techos, terrenos sin suelo o construcciones sin terminar.

  • Utiliza iluminación y señalización clara y visible para advertir sobre áreas resbaladizas, zonas peligrosas y cambios en la logística del sitio debido a las condiciones climáticas.

  • Revisa las instalaciones eléctricas expuestas y protégelas, o corta el suministro eléctrico para casos peligrosos.

  • Mantén una comunicación constante con tu equipo y tu cliente sobre las condiciones del clima y cualquier cambio en el plan de trabajo debido a la lluvia.

  • ¡No olvides proteger a tu equipo! Dales el EPP (Equipo de Protección Personal) adecuado, como botas antideslizantes y trajes impermeables. Y si la situación se vuelve realmente peligrosa, no dudes en suspender por completo las actividades y enviar a tus trabajadores a casa. ¡La seguridad siempre es lo primero!

Si aún tienes que trabajar en áreas interiores, asegúrate de que no haya goteras o filtraciones que puedan dañar tu trabajo ya finalizado, sabemos que cuando se trata de construir, lo peor que nos puede pasar es tener que rehacer un trabajo que ya estaba listo. Por eso, inspecciona regularmente: después de una lluvia intensa, revisa todas las áreas de trabajo y los equipos eléctricos para detectar posibles daños o signos de infiltración. Si encuentras algún problema, actúa rápidamente para solucionarlo y evitar que empeore.

Protección de Materiales de Construcción ante las lluvias

Aquí hablaremos de los superhéroes de la construcción: el concreto y el acero, fuertes, resistentes y confiables. Pero incluso los superhéroes necesitan protección, ¿verdad?

Imagina que estás vaciando concreto fresco para los cimientos de una casa y de repente comienza a llover a cántaros. ¡Pánico total! El agua de lluvia puede infiltrarse en el concreto fresco y arruinar su resistencia, lo que significa que tendrías que empezar de nuevo o tener una estructura más débil de lo esperado.

Entonces, ¿qué puedes hacer para proteger tu concreto? Bueno, si seguiste nuestros consejos, lo más probable es que sepas cuando puede llover, en ese caso, la mejor decisión que puedes tomar es usar el cemento adecuado para esas ocasiones, y qué mejor que nuestro Cemento Andino Ultra. Ahora, si aún no te habías enterado de él, y tu cemento no fue elegido pensando en las lluvias, la clave está en cubrirlo, utiliza plásticos para mantenerlo seco al menos tras el primer día de vaciado. Esto ayudará a que el concreto conserve su fuerza y resistencia, y evitará que tengas que empezar desde cero.

Y, ¿qué pasa si estás trabajando con estructuras metálicas? Bueno, si estás utilizando acero en tu proyecto y la lluvia o la humedad esta al acecho, es importante conocer el tipo de acero. Por ejemplo, el acero galvanizado tiene como un traje blindado: está protegido contra la corrosión y entrar en contacto con agua sin problemas. Pero, ¿qué pasa si tu acero no está galvanizado o trabajas con hierro? Pues, deberás protegerlo, aplica una capa de pintura anticorrosiva y avanza en tramos tu trabajo.

Finalmente, si hablamos de las varillas corrugadas para el concreto armado, debes ser muy cuidadoso en no permitir que estas se oxiden antes de el vaciado, porque este oxido jamás se irá a pesar de que el concreto lo cubra, más bien, avanzará con el tiempo hasta dañarlo también. Entonces, la única solución será cambiar de varillas, suena como una cirugía a tu construcción ¿verdad?, ¡mejor evitarlo a toda costa!

Y bueno, maestro, como ves, las lluvias pueden convertir una obra de construcción en un verdadero desastre si no se toman las precauciones adecuadas. Pero con un poco de planificación y cuidado, es posible minimizar los daños y mantener a salvo a tu equipo y tu obra. Así que, la próxima vez que la lluvia amenace con detener tu proyecto de construcción, no entres en pánico. Ya sabes que aún puedes mantener tu obra en marcha si eso necesitas. ¡Que llueva, que llueva, que la obra no se detenga!

Compartir: